Antibiótico: sustancia que debilita o destruye bacterias.
Cazador recolector: estilo de vida en el que los individuos obtienen la mayoría de su alimento mediante la recolección de plantas silvestres o cazando animales silvestres.
Desorden: algo que no está en orden. No organizado correctamente. En medicina, un desorden es cuando algo en el cuerpo no está funcionando correctamente.
Incompatibilidad: cuando un rasgo que una vez fue beneficioso se tornó más dañino que provechoso debido a cambios en el ambiente, en lugar de a cambios en el propio rasgo.
Resistente a medicamentos: cuando un organismo dañino, como ciertas bacterias, se han hecho resistentes a tratamientos con medicamentos específicos como un antibiótico.
Síntomas: (1) como te ves o sientes cuando estás enfermo; por ejemplo, cuando tienes fiebre o sarpullido. (2) Cambios en tu cuerpo o comportamiento cuando estás enfermo.
Sistema inmune: todas las células, tejidos y órganos involucrados en combatir las infecciones o enfermedades en el cuerpo.
Ha estado ocurriendo por un tiempo ya. Estás inquieto y cansado, estás nervioso entre las personas, y te sigues preocupando de que estás haciendo algo mal. A veces se pone tan mal que sientes náuseas y entras en pánico. Los doctores pueden explicar tus síntomas—quizá tienes un desorden de ansiedad. Lo que probablemente los doctores no pueden explicar es por qué 40 millones de personas en los Estados Unidos padecen ansiedad, o por qué los humanos tienen ansiedad en primer lugar.
¿Quién podría ser capaz de explicarlo? Quizá un biólogo que entiende la medicina evolutiva.
La medicina evolutiva utiliza lo que sabemos de la evolución para mejorar el entendimiento de nuestra salud, de por qué enfermamos, y cómo podemos prevenir y tratar mejor las enfermedades. En caso de que esto luzca un poco vago, echemos un vistazo a dos ejemplos específicos de medicina evolutiva.
Volvamos a la idea de la ansiedad. ¿La ansiedad sirve de algo? Pues sí, a veces. La ansiedad es una defensa que puede protegernos en situaciones potencialmente peligrosas. Si estás solo en la selva y escuchas el ruido de un animal que se acerca, puede que sea “mejor prevenir que lamentar” y reaccionar a dicho sonido alejándose de ahí. Esta respuesta de pánico podría salvarte de unas mandíbulas hambrientas. Estar ansioso o “vigilante” fue probablemente muy útil para los humanos cuando vivíamos como cazadores-recolectores.
Tener la misma respuesta hoy en día puede llamarse una “incompatibilidad” entre nuestro comportamiento y el tipo de ambiente en el que vivimos ahora. Las incompatibilidades pueden explicar muchos desordenes o enfermedades, ya que la velocidad de cambio en nuestras culturas o ambientes puede ser más rápida que los cambios evolutivos.
Pero en el caso de la ansiedad, debe poder decidirse si deshacerse de esta sobre-respuesta, ¿verdad? No realmente. El caso es que, la ansiedad puede ser costosa, pero puede ser de bastante ayuda, incluso hoy, e incluso en ciudades. Puede que te haga presta más atención al cerrar con llave tus pertenencias de valor o al mantenerte fuera de la oscuridad en los callejones. La ansiedad puede mantenerte a ti y a tus recursos a salvo, así que hay una buena razón para mantener las respuestas ansiosas.
Aún así, ninguna reacción defensiva es perfecta. Se puede pensar en la ansiedad como una respuesta producida por un sistema de monitoreo de peligro. El problema con cualquier sistema de monitoreo es que pueden llegar a darse falsas alarmas. Por ejemplo, si estás friendo comida y la cocina se llena de humo, lo más probable es que la alarma de incendios se encenderá. Puede ser molesto correr por el sitio abriendo ventanas y ventilando la alarma, pero la alarma está ahí por una razón. Lo mismo sucede con tu sistema personal de monitoreo de peligro. Puede que se encienda en los momentos equivocados. El “principio del dectector de humo” explica por qué las falsas alarmas son normales y esperadas en ambos sistemas. Analizar la ansiedad bajo el lente de la evolución puede ayudar a las personas a entender que esta útil respuesta fue antes vital para nuestra supervivencia diaria.
Vayamos en la dirección opuesta para el siguiente ejemplo. En lugar de hablar sobre respuestas al peligro, hablemos sobre nuestros “viejos amigos” — ¡parásitos y bacterias! Gran parte de la historia humana vivimos en condiciones muy diferentes a las actuales. Estuvimos mucho más expuestos a todo tipo de microbios en la tierra, pasábamos tiempo con animales casi todos los días, no teníamos sistemas de aseo centralizados y no usábamos medicinas que destruían microbios (antibióticos). Incluso hace apenas cien años, muchos humanos vivían con una variedad de gusanos o parásitos en sus cuerpos y estaban expuestos a una amplia variedad de microorganismos. Este es todavía el caso en algunas de las sociedades de hoy en día.
Puede que pienses, “bueno, ¿no es mejor que muchos de nosotros vivamos en condiciones más limpias ahora?” Esto es verdad de cierta manera, pero nuestros sistemas inmunitarios no están completamente de acuerdo. Nuestros sistemas inmunes evolucionaron en un ambiente más desafiante. Pelearon para mantener bajos los números de parásitos y para defendernos contra una variedad de bacterias más amplia.
El desarrollo actual en medicina y sanidad puede dejar a veces a nuestro sistema inmune un poco… bueno… aburrido. Nuestro sistemas inmunes no enfrentan los mismos desafíos que alguna vez tuvieron, dejándolos con menos qué hacer para mantenernos saludables. También, puede que no estén tan bien programados como lo han estado en el pasado, porque ya no encuentran una variedad suficiente de microbios. Esto podría provocar que sobrerreaccionen y ataquen nuestras propias células. Este auto-ataque es llamado autoinmunidad y es un gran problema en una variedad de enfermedades.
La autoinmunidad está relacionada con la diabetes tipo I, artritis, esclerosis múltiple y quizá incluso con enfermedades cardiovasculares. Así que, vemos que la hipótesis de los “viejos amigos” es otra forma de incompatibilidad. Creamos un nuevo y más limpio ambiente y nuestros cuerpos aún no han sido capaces de lidiar con los cambios.
Está bien, pero ¿pueden estos conocimientos basados en la evolución ayudar con tratamientos médicos? Potencialmente sí. Por ejemplo, los investigadores están explorando si un tratamiento con gusanos parásitos puede ayudar a personas con ciertas enfermedades autoinmunes. Pero, el caso es que aún nos queda mucho más por entender. Nuevas ideas deben ser concebidas, trabajos anteriores deben ser considerados y nuevos experimentos tienen que ser diseñados, aplicados y analizados. Todos estos pasos deben ocurrir antes de que podamos aplicar la medicina evolutiva a los tratamientos médicos actuales. Pero, en algunos casos y en algunas especies animales, este nuevo conocimiento está comenzando a ayudar.
Estamos aprendiendo que las enfermedades del sistema nervioso podrían ser más raras en países donde la exposición a parásitos y bacterias es aún elevada. Estamos aprendiendo cómo los tratamientos con antibióticos y sus protocolos podrían ser selectivos para la resistencia a fármacos entre las bacterias. Estamos aprendiendo que la edad de los padres podría estar ligada a enfermedades en el sistema nervioso de sus hijos. Estamos aprendiendo que tratar infecciones bacterianas con altas dosis de medicina podría ayudar a las bacterias resistentes a fármacos, y que dosis más pequeñas podrían combatir mejor a las bacterias. Y estamos aprendiendo que la leche materna es un potenciador inmune personalizado para bebés.
La clave aquí es que aún estamos aprendiendo. El campo de la medicina evolutiva es nuevo y aún hay mucho por aprender. Pero vale la pena persistir porque aún hay muchas maneras en las que podría beneficiarnos en el futuro. Si tienes alguna pregunta sobre la medicina humana, podría ser útil intentar utilizar ideas evolutivas para ayudar a resolverla. Si Darwin estuviera con vida hoy, creo que estaría contento de que su teoría de la evolución tenga tal potencial de ayudar a la gente en sus contiendas diarias con la salud y la enfermedad.
Explora investigación reciente en medicina evolutiva con EvMed Edits.
Investigación muy buena en la medicina evolutiva se está llevando a cabo en el Centro para la Evolución y la Medicina (CEM) de la Universidad del Estado de Arizona y en una variedad de instituciones a lo largo del globo. El CEM está trabajando también en una colección de recursos educacionales que pueden ser encontrados en isemph.org/EvMedEd. Para nuevas actualizaciones en el campo de la medicina evolutiva, visita EvMedReview.com.
Célula de osteosarcoma teñida por Howard Vindin, via Wikimedia Commons.
Karla Moeller. (2018, April 13). ¿Qué es la Medicina Evolutiva?, (Héctor Gálvez, Trans.). ASU - Ask A Biologist. Retrieved November 29, 2024 from https://askabiologist.asu.edu/explore/medicina-evolutiva
Karla Moeller. "¿Qué es la Medicina Evolutiva?", Translated by Héctor Gálvez. ASU - Ask A Biologist. 13 April, 2018. https://askabiologist.asu.edu/explore/medicina-evolutiva
Karla Moeller. "¿Qué es la Medicina Evolutiva?", Trans. Héctor Gálvez. ASU - Ask A Biologist. 13 Apr 2018. ASU - Ask A Biologist, Web. 29 Nov 2024. https://askabiologist.asu.edu/explore/medicina-evolutiva
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