Acuífero: agua almacenada subterránea.
Cuenca: un área menos elevada, donde se suele acumular agua.
Ecosistema: un grupo de plantas y animales diferentes que viven juntos y dependen del medio en el que viven.
Glaciar: una gran capa de hielo congelado que permanece congelada durante muchísimos años en un área de tierra.
Paisaje: las partes visibles de una sección de tierra.
Precipitación: agua que cae de la atmósfera, ya sea como lluvia, nieve u en otra forma.
Probablemente no piensas en el agua en tu rutina diaria. Por la mañana te levantas y desayunas. Cuando terminas de comer, lavas los platos, te cepillas los dientes y te vas al colegio. En el colegio bebes agua de la fuente a sorbos después de la clase de gimnasia, disfrutas de tu almuerzo y aprendes durante las clases. Durante las actividades extraescolares, recuerda siempre tomar muchos descansos para hidratarte, especialmente si practica deportes.
Pero todas estas rutinas y actividades diarias tienen algo muy importante en común que utilizas: agua. Y no solo agua ... agua dulce. El agua dulce tiene una baja concentración de sales. Los humanos tienen una conexión especial con el bioma de agua dulce ya que no pueden vivir sin él.
Los biomas de agua dulce existen en todos los continentes, en muchas formas diferentes. Lo que hace que un sistema acuático sea parte del bioma de agua dulce es la cantidad de sal disuelta en el agua. Hay muy, muy poca sal en el agua dulce (menos del 1%). Si bien puedes pensar que esta ausencia de sal es algo bueno, debido a que muchos animales necesitan agua dulce para sobrevivir, esos animales también necesitan sal. Como resultado, los animales se han adaptado a estos biomas sin sal de maneras muy diversas.
El agua dulce solo representa un pequeño porcentaje de toda el agua en la Tierra, alrededor del 3%. De esa agua, el 99% existe como hielo glaciar (grandes láminas de agua congelada que a menudo se encuentran en regiones polares) o en acuíferos subterráneos. Se puede pensar que estas reservas de agua son lagos subterráneos o ríos que se encuentran debajo de la capa superior del suelo, pero se encuentra dentro de una lámina de roca.
Debido a como se almacena el agua dulce, la mayoría de los organismos no pueden acceder a la mayor parte de este agua dulce sin la ayuda de la tecnología o del mismo medio ambiente. Por ejemplo, los humanos acceden a los acuíferos subterráneos mediante la perforación de pozos, mientras que el medio ambiente puede exponer el agua inaccesible a través de la erosión o el derretimiento del hielo glaciar. Eso nos deja con solo el 1% de agua dulce a la que podemos acceder fácilmente.
El agua dulce se puede encontrar a nuestro alrededor. Las tres categorías principales de biomas de agua dulce son:
• arroyos / ríos
• lagos / estanques
• humedales
Dentro de estas categorías, hay mucha variación. De hecho, no hay dos ecosistemas de agua dulce iguales. Cada ecosistema de agua dulce es único en su geología, química y biología.
Algunos de estos sistemas de agua dulce fluyen, como ríos y arroyos, y se llaman ecosistemas lóticos. Otros, como lagos, estanques y humedales, tienen agua que permanece en su mayoría. Estos constituyen los ecosistemas estacionarios o lénticos de agua dulce.
Lo que hace que el ecosistema sea lótico (fluido) o léntico (estacionario) es el paisaje circundante. Por ejemplo, una montaña empinada permite que la precipitación o la nieve derretida desciendan como un arroyo o un río. Por otra parte, una cuenca en el suelo más profunda que el nivel del agua subterránea puede crear un lago.
Dependiendo de la ubicación y el paisaje, la fuente de agua dulce también puede variar. Los glaciares, los acuíferos subterráneos y la precipitación (como la lluvia y la nieve) son las principales fuentes de agua dulce.
Los biomas de agua dulce siempre cambian y también pueden hacer cambiar los paisajes que los rodean. Un río sinuoso puede excavar en la tierra durante cientos de años, volviéndose más retorcido con el tiempo. Si pasa el tiempo suficiente, el río podría formar un lago especial llamado lago en herradura.
Los animales también pueden crear nuevos ecosistemas de agua dulce. Los castores y los humanos son muy buenos construyendo presas en arroyos y ríos, que pueden terminar creando lagos.
Las presas pueden tener grandes efectos en la ecología de los ecosistemas de agua dulce. Por ejemplo, la barrera física creada por una presa puede cambiar las rutas de migración de especies de peces, como el salmón del Pacífico. Las presas también pueden ocasionar inundaciones, que pueden ser muy importantes para los ecosistemas circundantes.
Fénix, en Arizona, podría no existir hoy si no fuera por las técnicas creativas de riego e inundación utilizadas por los primeros miembros del pueblo Hohokam. Durante su residencia en el valle de Fénix, los Hohokam crearon 135 millas de canales de riego para hacer del desierto un área floreciente para la agricultura.
Imágenes adicionales a través de Wikimedia Commons. Cristales de sal de Mark Schellhase.
Jason Borchert. (2018, January 22). Cayendo en agua dulce, (Javier Benítez, Trans.). ASU - Ask A Biologist. Retrieved November 26, 2024 from https://askabiologist.asu.edu/agua-dulce
Jason Borchert. "Cayendo en agua dulce", Translated by Javier Benítez. ASU - Ask A Biologist. 22 January, 2018. https://askabiologist.asu.edu/agua-dulce
Jason Borchert. "Cayendo en agua dulce", Trans. Javier Benítez. ASU - Ask A Biologist. 22 Jan 2018. ASU - Ask A Biologist, Web. 26 Nov 2024. https://askabiologist.asu.edu/agua-dulce
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